El Arsenal se volcó entonces en sentenciar la eliminatoria, pero de nuevo fue incapaz de trasladar al marcador su dominio en el terreno de juego. El Arsenal dominó gran parte del encuentro, pero ninguno de sus jugadores pudo abrir el marcador de los neerlandeses. En la vuelta el Arsenal necesitaba un gol para forzar la prórroga de la eliminatoria, pero se encontró con los mismos problemas de la ida. Finalmente llegó el gol para los gunners, pero tuvo que ser mediante un autogol del defensa del PSV Alex, en un accidentado rebote.